miércoles, diciembre 08, 2004

Interrogantes

Atravesar el mar de aire que separa mi mundo del tuyo se convierte en una difícil empresa cuando, impregnado del frío de las noches de diciembre, comprendo que te quiero pese a todo...

Tal vez la chica de la barra del bar, la de los labios rosas y los ojos azules, tenga razón... tal vez te equivoques... Tal vez el loco deseoso de un cuerpo de mujer, ese que intenta conquistarte a golpe de palabra caducada, no consiga nunca su objetivo. Tal vez nunca comprenda porque me imnotizo observando a esa reina que resucita en los caminos nevados del cuarto de atrás. Tal vez el niño armado con arma de pandillero no sea merecedor de la suerte que corre.

Es posible que me arrepienta de haber sido celestina de amores que me matan. Es posible que sea el último loco habitante de mi oasis en el desierto de la cordura. Es posible que me odie por no aprovechar, aunque sólo fuera una vez, la oportunidad de cagarme en mi escala de valores.

Muchas dudas, muchos interrogantes... ¿Sin respuesta?... tal vez... es posible

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces lo mejor que se puede hacer es atravesar nuestras propias barreras, "cagarnos en nuestra escala de valores" y dejarnos llevar....aunque puede que así tampoco logremos dar respuesta a unos interrogantes que a fin de cuentas no lo son tanto.

Anónimo dijo...

Estoy con Anonymous... A parte, existen interrogantes que ya están resueltos antes de ser formulados, quizá no sea tan difícil, quizá nosotros tengamos la manía de complicarlo todo...

De todas formas, hacedle caso a la chica de la barra del bar, esa de los labios rosas y los ojos azules que por lo visto -dicen- siempre tiene razón...

Aliena