domingo, marzo 21, 2010

Corazón Olvidado

Escondida en el pliego enésimo del cojín cuadrado de mi cama grande, su alma aterrizó en el cuello de aquel que un día soñó no ser feliz. Inundado por quien le inundan de cariño, el corazón alarmado salió de Filadelfia con el propósito de no regresar salvo que la muerte se cruzara en los caminos del mundo oxidado. Cuatro ojos azules acompañaron la noche, que acabó antes que la de Cenicienta pese a las ganas de navegar en grises y dorados. 

Mariachis suenan, tal vez con chocolate, pero no ahogan la melodía de un beso en el hueco por donde entran los versos más lindos jamás pronunciados. No llegaron los convalecientes, tampoco los locos, ni los simples... realmente no llegó nadie, hasta aterrizar en el dos por dos y el "hasta mañana".

El amor, invadió el cuerpo inocente de quien no supo mostrarlo más que diluido en gotas saladas que escapaban allá donde La Sonrisa estuviera, pues allá estaría el refugio del ave de la noche, del profeta errante en tiempos sufrientes..

Y así, a párpado roto, se sintió feliz de haber olvidado el corazón en el pelo de una princesa con cazadora vaquera.