Falta cariño en la eternidad de un centenar de horas. Cariño del que se saborea en los paladares exquisitos. Sobra amor, de ese que duele. África de nuevo me roba el corazón, esta vez con saña.
Sueñan cambiar el mundo cuatro amigos, de esos que los años van fraguando. Y un hermano teme por su padre. Y una hermana navega por las ondas. Y otro ya piensa en la maleta.
Pasan días y expectante yo, disfruto, lo especial de vivir que ya no es poco. Ilusión poco menguante y sonrisas, al pensar en los años que nos quedan.
Sigo amante de mi planta con mil púas. Sigo feliz de mi vida y orgulloso. Sigo atento y paciente nuestra espera. Sigo esquivo, sigo loco, sigo niño. Sigo errante, sigo amante, sigo vivo.