domingo, noviembre 18, 2007

Mapa

En el mapa escondido en el doble fondo del armario de nuestra existencia las aspas negras marcan las orillas donde desembarcamos los besos robados en las frías esquinas de invierno. Mapas viejos, que no llevan a ningún tesoro escondido pues tal vez lo valioso lo dejamos abandonado en cualquier estación marchita de autobuses grises.

No desaparezas de mi mapa, pues daré vueltas cual locura emborrachada por la vida. Desaparecerá la rosa de los vientos del santuario de las cadenas. Se borrará el norte de la calle de atrás. Olvidaremos los cafés eternos en boticas de oscuridad y mesas anchas. Dejaremos rutas de roces y cariños.

Vos sos las flechas de mi mapa del tesoro, la rosa de mis vientos, la brújula de mi destino.. no desaparezcas de mi mapa...

sábado, noviembre 10, 2007

En la azotea del mundo

La química, que escondimos pruedentes de los ojos grises del mundo, se rompió en un beso de pasión con el duelo de noviembre. Detener la vorágine de caos y miradas furtivas fue tarea fácil para los vientos del norte que como crueles tiranos de imperios rotos, acaparan más de lo que pueden llegar a amar.

Cerraron las paradas del autobús de la calle infinita con portal de sonrisas. Y los acordes sonaron raros en la lejanía. Las invitaciones de fiesta quedaron hechas pedazos, como pedazos fueron cada una de las ilusiones de madrugada.

Y en la azotea del mundo el viejo observa, con el corazón enjaulado sólo por miedo, cómo los pilares de la alegría parecían tambalearse en las noches de soledad a contrapelo y ratones grises en calles oscuras. Pues no hay dolor mayor que las lágrimas robadas por verdades ajenas. Y entonces, sólo entonces, dio media vuelta como herido de muerte proponiéndose huir para , al día siguiente, volver a nacer.

domingo, noviembre 04, 2007

Noche de vuelta

Noche que en la noche es noche. Noche en la que todo es negro y turbio. Los gatos ya no hablan entre líneas, ni siquiera sonríen al saludo. Las melenas al viento intentan boicotear dulces y finas mañanas entre sorbos de vodka y esperanzas.

Noche en la noche es noche. Que me lanza de nuevo a este vacío. Vorágine de tristeza enladada y fina. Descontrol marchito entre horas muertas. Niñas como aceras después de lluvia.

Noche que es noche en la noche. Recuerdos atrapados por cuidadores perforados. Desplantes con rizos y antiguos rencores jodidos entre lindezas de tres al cuarto. Dignidad que no se cambia por un polvo a medias.

Noche, noche, noche. Que entre pasos que despiertan al sol de invierno, estrellas fugaces atrapadas por anarquistas trasnochados enseñan el camino de vuelta a casa, a soñar de nuevo y a romper moldes acolchados por besos fríos que tal vez sólo serán soñados en calles sin salida y sin destino.

También en www.fotolog.com/lacalledeatras