martes, mayo 31, 2005

Primavera marchita

He pasado los cuarenta y siete primeros minutos de este último día de mayo arrastrándome entre las sábanas de mi cama. Una mano de amargura y tristeza me aprieta contra la almohada, intentando dejarme sin respiración. Me muevo, me resisto, me rebelo.. pero todo es inútil y eficaz al mismo tiempo... nada vale... todo sirve...
De alguna forma tendré que arrancar las raices de esta pena de final de primavera, como una margarita víctima de los niños sin escrúpulos. En alguna parte encontraré el aire que necesito respirar para amueblar las paredes de mi armario atacado por la polilla y las chaquetas usadas. Con alguna esquina tendré que conformarme, y dejar de vagar por caminos rectos que no llevan a ningún sitio.
Soy desdichado y un gran ganador. Conquisto las copas de los árboles menores con la misma facilidad que dejo escapar las semillas de mi mano. Me asustan las flores del jardín de este primero sin ascensor. Escupo a las golondrinas que huyen de los coches y las farolas oscurecidas por el humo de la ciudad.
Tomo me importa y nada valoro. Admiro a los perros que se pierden por el barrio, buscando un cubo de basura que revolver. Añoro tus dedos sobre mi cuello, arrastrándome de nuevo a la cama de aquella mansión en clave de Sol. Me asquea el de rojo y odio al de negro, como auténticos dueños de una ciudad sin ley.
Ya no lloro como el invierno pasado. Ya no río como hace tres veranos. Ahora es otoño en esta primavera marchita, cansada de llegar año tras año.

domingo, mayo 29, 2005

Enfermedad de los solitarios

Yo sufro la enfermedad de los solitarios, me enamoro siempre de la chica del que está a mi lado. Intento siempre arrancar la más bella de las flores y si no lo consigo lloro, hasta verte reír.

Qué triste llevar la enfermedad de los solitarios. Aficionarme al cianuro y al cabaret. Plagiar textos y canciones... y algún recuerdo. Lanzarte besos amargos por doquier.

A veces esta enfermedad de los solitarios, me hace andar sin rumbo al atardecer. Consigue derrumbarme a menos cuarto, para a "en punto" despertarme y volver a caer.

Y pienso que mi enfermedad de los solitarios, tal vez no sea tan mala como me hacen creer. Ya que así entre humo que inunda las calles de la ciudad, distingo a quien no está dispuesto jamás a olvidar.

sábado, mayo 28, 2005

Bailabas sola

Bailabas sola en medio de ningún rincón conocido. Luchamos con la espada de tus ojos y gané toda una noche contigo. Jugamos a perder las llaves de mi coche cerca de la parada del autobús. Arrancamos estrellas de un cielo, recorte de "tul."
Subí tu colina con prisa y allí me quedé. Rodé por tu espalta hasta tarde, las seis menos diez. Caimos sudando el río que nunca se consiguió desbordar. Temblamos mientras escuchábamos a Quique rezar.
Y amanecimos entre flores rojas, azucenas color soledad; y nunca más nos acordamos, de nuestra mañana sin desayunar. Y amanecimos entre flores rojas, tulipanes color carmín; conseguimos poner sentido a lo que nos queda por vivir.

martes, mayo 24, 2005

Mafalda y Él

Mafalda no tiene papá conocido. Cuando la escuela hace garabatos con forma de familia, dibuja a su mamá y a un señor alto, y muy moreno. Mafalda grita, juega, canta, baila, corre por el parque con sus amigos. Mafalda ríe con algún diente de menos, abriendo sus ojos negros como lunas llenas a medianoche. Mafalda llora cuando Pedro no comparte sus juguetes. . Mafalda sólo tiene seis años, vive feliz.
Él no tiene nombre ni hija conocida. No tiene trabajo, ni estudios que nadie pueda nombrar. Él es callado, alto, moreno, serio. Él sube todas las tardes al parque, para acompañar a su sobrinita, y juntos gritan, juegan, cantan, bailan y corren entre los columpios y las flores. Él la mira, sonríe, intenta abrir los ojos para atraparla para siempre cerca de sí. Él llora cuando ella llora. Él ríe cuando ella ríe. Él oculta su edad, pero es feliz cuando ella es feliz.
Y yo me escondo, entre los árboles y bajo las flores, sobre el columpio rojo de cartón. Y los observo, y también sonrío. Porque algunas cosas me demuestran que existe Dios.

lunes, mayo 23, 2005

Agárrate a mi mano

Tal vez no sea tan sencillo como lo soñamos en el banco de la calle de atrás. Tal vez los gorriones no vuelvan a cantar a tu ventana. Tal vez nunca debí haber jurado por siempre, jamás. Tal vez nunca no sea el momento para volver a empezar.
Tal vez haya hecho mal invitandote a un trago. Tal vez no debimos dejarnos llevar otra vez. Tal vez todo sea bastante díficil para los dos. Tal vez ayer sólo fue un sueño para dos..
Agárrate a mi mano y volvamos allí. Allí donde el sol no nos va a sorprender jamás. Y subamos corriendo las escaleras del viejo Hotel. Y cogidos del brazo volvamos de nuevo a soñar.
Tal vez aún seamos los niños de ayer. Tal vez el futuro no sea una cosa de dos. Tal vez nuestras vidas se crucen de nuevo, otra vez. Tal vez esta noche aprendamos qué es el amor.
Tal vez nuestro tren llegue tarde a nuestra estación. Tal vez esto sea de nuevo un error. Tal vez no esté preparado ni tenga valor. Tal vez sea ahora el momento de decir adios.

jueves, mayo 19, 2005

Cenicienta

Cenicienta está creciendo y ahora tiene margen de error. Hasta las doce y cuarto puede venir al baile para danzar como cisnes nadando por el lago azul, compartiendo sonrisas con sus amigos. Es una lástima que yo aún no haya aprendido a ser puntual, para no llegar a las doce, justo antes de que empiece el último vals a cargo de una orquesta de un sólo músico.
Cenicienta baila conmigo quince minutos, apretada a mi pecho me invita a viajar al final del Mundo en un viaje con billete sólo de ida. Cenicienta me insiste en que vaya a palacio, entre el ruido y el humo nadie podrá vernos, pero aún no he sacado el título de príncipe azul para amasar el valor necesario para subirme a mi corcel y hacerle una visita.
Cenicienta sabe magia, me hace reír, llorar, gritar y guardar silencio... Cenicienta prefiere pantalones a su vestido blanco, coletas al moño estilo princesa de cuento...
Cenicienta me hace soñar... y eso me encanta.

domingo, mayo 15, 2005

Trago religioso

Una de estas pasadas noches, me ocurrió algo que consiguió activar mi sistema neuronal una vez más. Resulta que estaba quemándo unas horas de la noche en puro alcohol de quemar en forma de copa de vidrio barato, cuando se me acercó una chica, más joven que yo, que conocía de mis años en la escuela. Su tipo neohippy consiguió que llegara a suponer que era una más de esas adolescentes que intentan buscar su auténtica personalidad en la transgresión de la moda.
Resultó que se me acercó, y me dijo"¡Mira con el religioso!"... cada una de las vibraciones de sus cuerdas vocales retumbó con eco sordo en mi cabeza... Tal vez no me haya dado cuenta de que plantear mi vida desde una auténtica militancia cristiana me impide compartir unas risas y minutos en cualquier taberna de la ciudad.
Supongo tras ese comentario se ocultan palabras de ignorancia. Supongo que el termino religioso, para referirse al que profesa una religión que no deja de ser un conjunto de ritos para practicar la fe, ya está anticuado incluso metido en el saco de las palabras que huelen a rancio. Supongo que cuando quiso decir "religioso" ser referia a plantear mi vida desde una comunidad cristiana, y apostando por un movimiento de iglesia de base...
Pues señorita... pobre de su alma. En ese justo instante estaba viviendo mi vida en plena "religiosidad"... COMPARTIR horas, bebidas, historias... con el AMOR de unos auténticos amigos... que triste señorita que no comprenda que la esencia de la FE transcendental (me da igual musulmana, budista, hindú, que cristiana), se basa en principios de justicia, solidaridad, compromiso, lucha.. y sobre todo amor...
Señorita.. seguiré quemándome la garganta en cualquier viejo bar, para seguir dando testimonio de una vida militante cristiana comprometida y radical.

Buen Trago

Memoria de Pacharán

Cien litros de licor me soprepasan cuando escribo unas lineas al pormayor. La muchacha de rosa ahora es verde, mis amores del pasado ahora se van. Hoy te tocó ser una ficha más de la ruleta de mi vida, no te creas especial ni afortunada, no te creas que eres especial. No eres más que una muchacha a la que no conseguí engañar, aparentando ser uno de los demás.
mil veces te diré que te valores, y que te ames como sólo tú sabes amar. Cien besos te lanzaré en la noche, rimando tu nombre a la luz de una luna sin sol. Te dejaré besandote en una esquina con algún caballero de buena presencia y poco seso, pero yo me iré cual vagabundo, llorando en cada esquina por tu cuerpo.

Ahora es tarde

Mil colores, mil sonidos, mil llamadas sin contestar. Mil intentos de conquistarte, mil formas de no actuar. Mil respuestas bien deseadas, mil besos que conseguir, mil caricias ahora añoradas, mil intentos de compartir.

Ahora es tarde, ya no hay vuelta atrás. Ahora nada volverá a su lugar. Ahora todo vuelve a girar. Ahora creo que jamás te volveré a amar.

Mil canciones te dedicaré, mil lágrimas derramaré, mil pozos volveré a cruzar, mil obstaculos podré superar. Mil amigos volveré a perder, mil mujeres sentiré otra vez, mil sillones en un microbús, mil lugares donde no estás tú.

martes, mayo 10, 2005

Más allá

Más allá podrás ser libre. Más allá del poder y de la fama disfrazada de felicidad color de rosa. Ármate de valor y arrójate al vacío donde la seguridad se guarda en tarros pequeños colocados en estanterías de cristal. Más allá lanzaremos palabras al aire que golpearán las cabezas endurecidas por el tiempo y la distancia. Más allá jugaremos con el vértigo, y bailaremos a través de la luz.
Salta por el aro, sumérjete, entrégate, destruyete... arráncate la piel a jirones para esparcerla por cada rincón de la ciudad. Qué nadie te recuerde, que todos te lloren. Escóndete por las esquinas y bajo las farolas amarillas, en los portales y cerca de las vías del tren donde los yonquis juegan a ser Dios. Grita, llora, ríe...
Más allá del miedo conseguiremos que otros tiemblen porque nosotros ya no temblaremos jamás.

lunes, mayo 09, 2005

Ser desencajado

Que te sientas un profeta en el desierto, que la luna te eche un guiño al dormir, que palabras sean armas de tu guerra, que la muerte no te impida sonreir.
Que en tu espalda luzca un sello de alto riesgo, que te afecten las tristezas del vecino, que te guste mear fuera del tiesto, que nada te impida seguir en tu camino.
Que la noche sea tu arma de alegrías, que te sientas un testigo del pasado, que algo muera y nazca cada día, al pretender mirar al otro lado
Que las tonterías te afecten cual cuchillas, que te hundas sin tocar agua de mayo, que te haga llorar una sonrisa, eso es ser un buen desencajado.

sábado, mayo 07, 2005

La formalidad

Mil días recordaré esa noche; roce, cariño y licor; el mar, la playa, la vergüenza; ocho jinetes sin rumbo, dispuestos a ver salir el sol. Eternas horas divertidas, amigos de barra y bar, locuras de años de tercera, recuerdos para recordar. Gritos, lloros y sonrisas; besos, valor y a nadar; tirarse al fondo de la vida, y depués volver a flotar.
La formalidad de nuestras vidas, perdida en la pleamar; bollos calientes y mimos, antes de desayunar. Uno en la cama está sólo; dos, mañana se verá; tres, inestable equilibrado; aguanta dos horas más. Volviendo, rompiendo el grupo, abandonar la ciudad; nos veremos, si Dios quiere; a la hora de cenar.

jueves, mayo 05, 2005

Confío en ti

Llévame a la punta del Mundo, arrástrame hasta el borde del precipicio, guíame a la orilla del camino, empújame hasta lo más alto del palo mayor.
Porque sólo rozar mis dedos a tu cintura me llena de valor para seguir caminando, porque tan sólo tu mirada es suficiente para levantarme y seguir luchando, porque sólo sentirte a mi lado es razón suficiente para creer.
Tápame los ojos mientras camino sobre cristales, agárrame cuando pierda el equilibrio, abrazame cuando me sienta solo, sonríeme cuando me sienta hundido y agotado.
Porque todo para cuando estas aquí, porque nada importa a tu lado, porque sólo rozarte es razón para seguir luchando...

miércoles, mayo 04, 2005

¿Qué hacer?

¿Qué hacer cuando todo es oscuro, y el mundo una gran bola que no para de rodar? ¿Qué hacer cuando sólo agarrarme a tu sonrisa puede sacarme de este bucle que no tiene un final alegre? ¿Qué decir cuando las piezas de dominó de mi existencia empiezan a inclinarse empujándome hasta el borde del vértigo?

Que se pare el Mundo que yo me bajo, que corto con la vida y con el sol. Que prefiero una lágrima si es sincera que mil carcajadas de vinilo azul. Que nadie me mire, que ahora soy ciego, que paso de ver lo que no importó. Que griten los tristes, que lloren los muertos, que nadie se crea que el malo murió. Que rompan cristales de botellas grises, vacías de todo, rellenas de amor. Que se vayan todos, que calle el sincero, que vuelvo a mi sueño, que ahora voy yo.

lunes, mayo 02, 2005

Aquel sueño

Lo conseguimos, conseguimos arrancar a besos las espinas que no nos dejaban caminar a la orilla del mar. Conseguimos soñar durante dos horas, que nada había cambiado, que todo era igual que antes, sin importarnos que el sol nos desperatara arrojándonos a la vida de verdad, sacándonos de un sueño que jamás creíamos poder soñar.
Y no me arrepiento, no dudaría en volver a soñar junto a tí en aquel banco de la calle de atrás. Mi conciencia duerme tranquila tres noches después, sonriente, soñando con un sueño que jamás creía poder soñar.
Pues te dirán mil cosas, que fue un error, que hiciste mal. E incluso conseguirán que te lo creas, que te arrepientas, pero ellos nunca podrán soñar aquel sueño que jamás creíamos pdoer soñar.
Y tendremos que despertar, volver a nuestra vida, poner punto y final, mirar al frente, salir de Filadelfia, sonreir a la luna, insultar al sol.. y seguir luchando por no recordar aquel sueño que jamás creíamos poder soñar.