Me arde la nariz por drogas blandas, por amores infinitos, por odios arrepentidos, por cuerpos bajo la luna...
Me caen lágrimas de esperanzas embotelladas, de sonrisas partidas por cualquiera, por altibajos de cariño...
Me duelen los ojos de arrastrarme, de atravesar paredes de mentira, de soñar mundos mejores...
Me caen los brazos de cansancio, de falta de abrazos prácticos, de caricias robadas...
Me falla la voz por falta de afinación en Do, por palabras incorrectas, por palabras olvidadas...
Estoy enfermo de la enfermedad de los sanos, de la epidemia del pensamiento colectivo, del infarto de corazón inverso y de la neurosis del desencajado...
... o tal vez sólo sea gripe...