lunes, febrero 26, 2007

Desaparecer

La amargura, se quedó pegada en la trastienda del paladar que una vez le habían limpiado de estrellas. Las ilusiones hicieron las maletas hartas de sentirse desatendidas por las agujas de un reloj que parecía impasible al paso de las horas. Las palabras salpicaron cada una de las esquinas de su escala de valores y volvieron una y otra vez a recordarle que no era nada en la inmensidad de los juegos de la noche.
Y en el afeizar de su ventana había una salida, saltar y tal vez nunca más ser olvidado. Volver a camas duras de paraíso, a besos ocultos entre sábanas con olor a salitre y escaleras a ninguna parte. Condensó su dolor en lágrimas pero también se habían ido.
Sin lágrimas ni ilusiones comprendió que estaba solo, que nadie compartía su miseria y decidió, envolverse en la capa de la desidia y saltar... y no aparecer nunca más.

jueves, febrero 08, 2007

Ponme un par

Antes de nada.. les ruego disculpas...

Y al pasar por la sección de panadería, el niño dijo a su madre... -¡ Mami, mami comprame una Napolitana ¡-

La madre sonrió por la inocencia de su pequeño, tomo aire y respondió:

- ¿Pero no sabes, querido hijo, que las napolitanas tienen grasas animales que te suben el colesterol del malo, y azúcares que te convierten en mascota de neumáticos, y conservantes hipernefastos, así como una buena cosecha de cosas inexistentes pero que seguro te hacen daño y te impidan seguir jugando al fútbol, con el consiguiente fracaso vital, anímico y preadolescente, sin nombrar la más que comprobada inclinación al lado oscuro del “frikismo”?. Mejor cambiamos de región… ¿por qué en lugar de una Napolitana no te compro una burkinabé?

- ¿Una “qué” mamá?-
- Una burkinabé, una niña de Burkina Faso, un país de los de África… al fin y al cabo las italianas ya pasaron de moda…”
- Mami… ¿y las burkinabés tienen chocolate?
- No hijo, para nada, aunque por el color se parecen…
- Entonces… no sé si me gustará….
- ¡Claro que si!... ¿no te acuerdas de el pez de colores que te regaló papá hace unos años y que, por un descuido del abuelo, acabó en la taza del váter?.. pues es igual.. sólo que no hay que cambiarles el agua…
- Ya pero a mis amigos les gustaba Martin.. sobre todo cuando nadaba bocabajo…
- Pues esto es mejor.. puedes llevarla a donde quieras, porque las burkinabés son de papel, te la voy a comprar ya verás que bien…-

De la mano se acercan a una dependienta..

- Me hace el favor y me pone unas rodajas de mortadela vegetariana, un paquete de papel higiénico y una burkinabé-
- No nos quedan burkinabés lo siento…-
- ¿Y qué tienen?, buscamos algo exótico y sin grasas.
- ¿Pues nos acaban de llegar unas etíopes la mar de delgaditas?-
- Oye pues ponme un par... que igual este fin de semana tenemos plan en el club de golf y nunca se sabe cuando vas a necesitar una etíope. ¿Salen buenas?
- ¡Buenísimas!, sonrientes y un dibujo al trimestre
- ¡Haberlo dicho antes!.. ponme tres, y una ruandesa de las de ahí.. ¡ahh!.. ¿tienes saharauis?
- Algo nos queda…
- Pues ponme uno que tenemos a una progre en el club que le va a encantar.
- Pues aquí los tienes… ¿te los envuelvo para regalo o te los llevas puestos?
- Mételos ahí con la mortadela... pero que no se manchen mucho que luego no podemos enseñarlos.

La madre paga, la dependienta sonríe… y el niño cabizbajo se lamenta de no haber pedido una palmera de chocolate….