lunes, diciembre 13, 2004

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No es que me guste hablar en balde ni poner en evidencia mi ignorancia con palabras un tanto desafinadas; pero de un tiempo a esta parte me parece que se esconden más barrigas que corazones debajo de las sotanas.
Me da a mi la sensación, de que no vamos hacia buen puerto esos que con orgullo nos denominamos cristianos. Tan acostumbrados estamos a no escuchar a los que dicen "mandar" que nos da igual que los cuatro hijos de la tradición que intentan gobernar nuestra iglesia, utilicen el evangelio para sacar brillo a sus anillos diocesanos.
Yo no quiero que nadie se ofenda. Por supuesto que hay corrientes y corrientes... por supuesto que cientos de cristianos siguen creyendo que un cambio en la iglesia (comunidad de comunidades) es posible, que eso de la liberación puede ser la "auténtica onda", que el "ser iglesia" es cosa de tod@s...
Pero hay veces que uno se cansa... digamos que ya esta un poco harto de que alguna conferencia de esas que andan por el mundo intente ser más papista que el papa (que mira que es complicado), que se dedique a dirigir la moral cuando ellos van un tanto "ligeritos" de la misma... Moral para no movilizarse contra una guerra, moral para atentar contra la libertad y opción sexual de cualquier persona, moral para preocuparse más por cuatro vidrieras y dos calendarios que por los niños que se mueren de hambre... menuda mierda de moral...
Pero tranquilitos que hay para todos... que no puedo olvidarme de esos "liberales-superprogres-antiiglesia-antitodoloquesemenea"... esos amigos que temen todo aquello que no vaya con su filosofía de vida neoliberal, en la que todo vale, todos somos mercancía... y si uno deja de producir... pues una inyeccioncita de nada y ¡ala! para el otro barrio.... viva la moral moderna...
En fin... que conste que no soy ningún santo, ningún moralista, ningún político, ningún comerciante de seguros... quizás sea una persona a la que le guste hablar en balde y poner en evidencia su ignorancia con palabras un tanto desafinadas...

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