miércoles, octubre 05, 2005

Ángeles de alas plegadas

A veces la vida se escribe en color azul tristeza, aliñada con perfumes baratos que nos invitan a dejar de caminar. Entonces, sólo entonces aparecen como bajados de nubes de terciopelo, ángeles de alas plegadas que nos agarran de la mano y nos hacen volar muy lejos de donde creíamos haber caido.
Dejan sus vidas por las nuestras, nos regalan sus canciones, nos sonríen y nos hacen llorar. Se hacen uno en nosotros, se atan a las puntas de nuestros dedos, están y sólo están, nada más...
Y son ángeles de alas plegadas, nada de ostentaciones ni de presunción. Son callados, nada alborotadores, no preguntan ¿qué tal vas?, sólo están y nada más.
Y visten ropas de diario, vaqueros, camiseta y jersey, bata de andar por casa, sudadera informal. Y no tienen ojos azules, o al menos no todos, ni la piel clara y reluciente, ni tirabuzones amarillos... pero tienen magia en sus ojos, calor en su corazón, ánimo en sus palabras y sólo están, y nada mas.

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