viernes, junio 10, 2005

Recogiendo estrellas

El sol inunda cada esquina de la ciudad mientras mis pies me arrastran tras callejones de segunda categoría, inundados por montañas de vicio y aguardiente. Las noches duran hasta las doce del mediodía, cansadas de que nadie les preste atención. Las niñas de poca falda y mucho oficio no dejan pasar ninguna posibilidad mientras tú caminastranquila bajo el sol de medianoche.
Tal vez acabemos encontrandonos en algún callejón sin salida y no tendremos otro remedio que clavarlos las agujas de nuestros ojos para así, nunca más separarnos. Tal vez siempre me querrás como lo que soy mientras yo quiero que me quieras más que lo que yo te quiero a tí... La luna dejará de acompañarme hasta la hora de comer... todo cambiará y el sol seguirá royendo los jirones de piel que cuelgan de mi corazón...
Deseo nadar en el iris de tus ojos, salpicarte los labios con lágrimas olor jazmín... pero los deseos no son más que ellos mismos, y la realidad es demasiado zorra para comprenderlos.
Mientras tanto seguiré en mi azotea, recogiendo estrellas a granel para inundar tu cuarto cada noche, para que nunca te olvides de volver.

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