lunes, junio 20, 2005

Idas y venidas

Ojalá pudiera arrancarme el corazón de un solo tajo, y colocarlo a mi antojo para adaptarlo a una vida que me abruma cada vez que la luna se mete en mi cuarto. Ojalá pudiera enamorarme con voluntad de quien muchas noches estuvo a mi lado, para así arrojarme al vacío de aquel que todo apuesta en el juego de la locura.
Ojalá pudiera controlar mis labios, mi boca, mi cuerpo y mi ser, ojalá pudiera asomarme a la ventana y elegir las prioridades de mis lágrimas y apuntar con sigilo al desamor y escupir sobre la concha de tristeza que no permite latir mi corazón ya cansado de tantas idas y venidas, tantos intentos fallidos, tantas noches de agonía entre sábanas extrañas y pedazos de mi ser.

No hay comentarios: