domingo, junio 12, 2005

Rebozados

Bajo la ventana de mi cuarto hay dos niños ricos metiendose unas filas en el asiento delantero de una furgoneta gris. Se llenan nariz y encía de polvo de cinco mil el medio gramo. Se endulzan cuerpo y mente con una comadreja que piensa por ellos durante unas horas.
Rebozándose en la harina del pan de cada día van tirando por la calle del buen vivir, proyectan su futuro de burgueses en burbuja de jabón, hacia la más remota de las excentricidades. Tristeza de corazón y sonrisa de labio. Todo va bien, que yo controlo.... sólo las fiestas dijiste cuando sabías que no había noche sin camino...
Os compadezco

1 comentario:

Darkbelt dijo...

Es facil perder el rumbo, pero nada sencillo volver a encontrarlo...
Cuando el sendero se vuelve bosque, ¿hacia dónde caminar?