viernes, diciembre 09, 2005

Balbuceos

Entre balbuceo y balbuceo, mis palabras atracan en el puerto de tus ojos, deseosas de encontrar alojamiento para una noche de palabras rotas por el aire del invierno, que nos cala hasta los huesos para recordarnos que ya no estamos en agosto.
Entre balbuceo y balbuceo, arrastro las lágrimas secas de mi pasado al mar que inunda mi mundo interior de un presente marcado por la ignorancia del mañana que no llegamos a soñar juntos.
Entre blabuceo y balbuceo, rechazo las colas de hora y media, no necesito refrescarme con canciones nuevas de Sabina, que las farolas han tocado esta noche para nosotros en el banco de la calle de atrás.
Entre balbuceo y balbuceo, no consigo repetirte que te quiero, que relleno mi almohadón con soledades del que busca su camino sin hayar señal que le advierta que soñar no es bueno en primaveras marchitadas por la brisa al despertar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay veces en las que dice mas no decir nada. No hace faltas que digas te quiero, mientras sigas siendo capaz de balbucear.