martes, febrero 22, 2005

Lo reconozco

Sí, lo reconozco, te quiero. Sí, lo reconozco, me acuerdo de tí. Sí, lo reconozco, tal vez yo no sea el prototipo ideal de amante pasado y hermano futuro. Sí, lo reconozco, en ocasiones me siento tentado por esos labios que un día fueron míos. Sí, lo reconozco, tal vez sea demasiado egoísta para verte crecer.

Me entristezco cada vez que tu te enfadas por cualquier vocal desencajada en alguno de los rótulos de neón que alumbran en la noche de mi ciudad. Me enfurezco cada vez que aquel del que nunca me fié te hace llorar por cualquier falso beso arropado por la mirada de la luna que nunca nos verá enamorarnos. Fantaseo contigo en las noches en que me falta la caricia de turno que me haga aguantar un día más. Sonrío al verte esperandome como abuela piadosa a misa de una...

E intento arrancarte una sonrisa mojada en lágrimas secas por medio de cuatro palabras escondidas en el fondo de un cajón. Y te repito que siempre serás única en mi vida, aunque ahorre mil palabras hacia ti. Y cuento los días para verte, y poner en juego nuestras vidas, desafiando al destino otra vez.

4 comentarios:

Darkbelt dijo...

Cómo saber si somos nosotros quienes desafiamos al destino... o él quién nos reta a seguirle...

Tal vez el destino no sea más que el reflejo de nuestros propios ideales...

Anónimo dijo...

los dos estais bajo el mismo cielo, pero ya no teneis el mismo horizonte, anclados al puerto desde donde un dia os despedisteis.es bonito esperar la caricia pero terminas cansando.nenyure

Anónimo dijo...

Hay caricias de las que es imposible cansarse de esperar.

Anónimo dijo...

Una sonrisa y una caricia son una buena recompensa, por la que, tal vez, merezca la pena esperar...