jueves, febrero 10, 2005

Ahora

Y mientras, miro en solitario como se derrumban los ladrillos de la casa en la que un día soñé con despertar a tu lado mientras me susurras lo mucho que me amas en un soplo de aire matutino. Sonriendo, maldigo los segundos que desaproveche por puro egoismo generoso, por pura falsa honestidad, por tantos besos atrapados en la red de nitrógeno que me separa del mundo real.
Y lloro, y me compadezco, y me doy asco y envidia a la vez, y me dan ganas de envolver mi vida en papel de estraza y lanzarla de carnaza a los perros que vagan por esta ciudad que me ahoga de recuerdos. Y tengo miedo, tengo miedo a que lo haya olvidado todo, miedo a seguir siendo la pieza que no encaja en este puzzle en forma de trofeo de feria, miedo a ser mal actor de una comedia escrita para tontos.
Y escribo, y escupo, y balbuceo... y pienso en la gente que me quiere, en la que odio, en la que desprecio... en la que se vende en palabras adornadas con flores de invierno que se mueren al chocar con los primeros rayos de la primavera. Y respiro, y cierro los ojos, y pienso, y pienso que nada va a cambiar si sigo aquí, mirando un puñado de ladrillos, hablando en pretérito, perfecto y simple, al anochecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el peor estado de animo de un ser humano es cuando vive en el presente pero piensa y habla en preterito (perfecto y simple).pero hay un rayo de esperanza k surge del refranero popular:donde hubo fuego siempre kdan reskoldos, recuerdalo.nenyure