Unas gotas de miedo al segundero fueron razón suficiente para comparaciones desafortunadas. Apariencias que engañan y soledades, alejadas de la mofa y los cafés a contrapelo.
Cama de alquiler, bienvenida. Noche autónoma. Nostalgia de ruidos en la sombra. Invitados a romper el silencio, revolución. Despedida sintética, sábana plegada.
Perdón que no vale más que sus seis letras, entre falta de amistad y exceso de alevosía. Duelo de mirada e indecencia, proposición contrarreloj y sinsentido. Falta de vergüenza o exceso de vicio, caminos de un sólo sinsentido. Hinchazón de ojo, corazón errante. Silencio en la noche de los ancianos enamorados. Mordiscos sanos. Ánimos perdidos.
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