martes, noviembre 23, 2004

Te afectan mis generalidades, como yo generalizo todo lo que me afecta; te sientes aludida por palabras huérfanas de musa ni inspiración; te defiendes a la ofensa de golpes de ciego en la noche... pero no importa... demos carta blanca al reproche... disfrutemos escupiéndonos versos a la cara... porque intentando odiarnos grabaremos nuestro amor en aquel banco que nos escuchó llorar muchas tardes del verano.
Y reitero, me retiraré mil veces de mil batallas, no me dejaré la piel en castillos de naipes de cervecería, ni me ahorcaré con el cable del teléfono que nunca suena... no te sientas preferente, no me dejaré atrapar ni por ti ni por nadie... la época de la cacería ya terminó... los cazadores de largo rifle se irán a sus caseríos, con sus perros, cánidos traidores de la naturaleza, y disfrutarán de sus cocineras, de amantes y de prostitutas de lindo culo y buen anzuelo... mientras el zorro, cansado y viejo, se esconderá en su madriguera, para, un día enfrentarse a los perros, a los cazadores y a sus putas, y demostrarles, que por haber huido mil veces, mil veces pudo seguir viviendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguiremos odiandonos dia a dia de forma sutil e inesperada. Negaremos la evidencia, reclamaremos libertad y fingiremos que nos resulta todo indiferente. Nos escupiremos versos a la cara sin remordimiento alguno. Porque, en definitiva,"intentando odiarnos grabaremos nuestro amor en aquel banco que nos escuchó llorar muchas tardes del verano". Y donde haga falta.

El zorro pudo vivir mil veces por haber huido otras mil, pero...¿cuánto vivió?