jueves, enero 03, 2008

Sucede

Sucede que el domingo huele a eterno.
Sucede que hace tiempo que no lloro.
Sucede que las yemas son sensibles a palabras inocentes santidades.
Sucede que el rencor por tiempos pasados marchitos es mayor que un invierno seco de soledad al contado.

Sucede que acaricio labios que no encuentro.
Sucede que escribir ya no es un juego.
Sucede que me hieren tonterias.
Sucede que dos es más que uno.
Sucede que escucho canciones que hace tiempo que ignoraba.
Sucede que cucharadas de alma se escapan por redundancias de adulterio.

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