viernes, julio 29, 2005

Personajes I: Pedro el Farandulero

Sumergido en una tertulia de última hora de la tarde, canta Pedro el Farandulero a la dama que le robó el corazón hace años y jamás olvidará. Pedro el Farandulero siempre va elegante, con su camisa blanca y chaleco a cuadros, pantalón de pinza y zapatos oscuros. Siempre lleva una gorra elegante, por eso del frío, aunque estemos casi entrando en agosto. Pedro el Farandulero es un amante del buen vino y la buena mesa.. Es un romántico, un soñador, un auténtico caballero. Dicen por ahí que Pedro el Farandulero golpea a su mujer, pero en realidad vive solo en un palacio de mármol a las afueras de la ciudad, nada más cruzar el río de los cisnes. Todas las tardes tras el almuerzo, pasea elegante con su callado de noble madera, por los parques del lugar... "Buenos días Señor Pedro" le dice el señor policía al verle pasar, "Buenos días tenga usted", responde él, con elegante voz, que años atrás fue la envidia del coro parroquial...
Sumergido entre vasos medio vacíos y casi a la hora de cerrar, canta Pedro el Farandulero a la camarera que le robó el corazón hace cinco minutos y no recordará dentro de diez. Siempre va mal vestido, con una camisa blanca y un chaleco que debió encontrar en cualquier contenedor de la ciudad, y una gorra de medio lado, que le da un aspecto más desdejado si cabe. PEdro el Farandulero es alcohólico, malhumorado, resentido por el pasado.. Cada noche llega borracho a la chabola donde vive con su mujer y sus cuatro hijos, y rara es la noche donde no reparte unos cuantos golpes de cinturón para demostrar quien manda... Cada tarde se le puede ver dando tumbos por el parque, la gente se aparta y la policía suele acabar apartándolo del medio, mientras grita con voz cortada que de niño fue la envidia del coro parroquial...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una historia muy triste de una persona que se va perdiendo poco a poco con el paso de los años y la vida le va dejando siempre a la deriva.

Alvaro Bode dijo...

Me quedo con el Pedro del primer párrafo, aunque su vida sólo sea una ilusión...

Anónimo dijo...

Y mientras tanto Isidra la del organillo sigue soñando con el...