sábado, julio 02, 2005

Corazón vacío

Hay noches que no entran en el corazón de los desencajados Frías, solas y marchitas sentados en cualquier bordillo de la ciudad. Todo se vuelve amargo con tintes violetas cuando a lo lejos todo el mundo disfruta en un bucle apasionado de malas costumbres y buenos vicios.
La niña del corazón platónico ya no es tan niña y se pasea medio desnuda, sorteando vasos medio vacios sembrados en la plaza medio llena. Parejas rotas, odios contenidos, nada nos consigue dejar de llorar sumergiéndonos en un bucle de compartida compasión.
Parece que todo ya es agua pasada. Los años de ser alguien pasaron hace tiempo para dejar lugar a años de buscar quién ser, aunque los resultados no sean como los esperados por los amantes del buen vivir.
Nada importa, todo vale.. corazón vacío... ¿Mañana?... quién sabe...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aún queda mucha agua por llover.
Te apuesto una sonrisa, Mario, a que no han de estar tan lejos los años de recordar que nunca dejamos de ser nosotros, y que el corazón estaba, a lo sumo, dormido.