martes, abril 12, 2005

Pensamientos a la luz de las estrellas

Siempre pensé que los corazones son alérgicos a las noches de verano a la orilla del mar, pero con el tiempo he aprendido que la arena sólo es un escenario más para el séptimo acto de una comedia en la que son muchos los protagonistas y uno sólo el actor secundario. La falta de luz siempre me ha sentado bien, me he sentido cómodo, y un olor a tierra mojada se mete por mis dedos hasta convertirse en un escalofrío en medio de mi espalda.
Alguna de estas noches conseguiré echarme a rodar por tu cuello, columpiándome en los rizos de tu frente. Mezclaré mis lágrimas con tu saliva, para crear una esencia capaz de bajarme del roble mayor de mi colina. Sonreiré mientras mi estrella me guiña un ojo deseándome buena suerte en mi aventura.
Volaré hasta tu ventana para verte dormir, rozaré mi mejilla con la tuya para nunca más separarme de ti y volveremos juntos a mi cama, rezando para que el sol no nos consiga despertar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es todo cuestión de intentarlo, y con motivos tan guapos como esos, no se a qué esperas.