sábado, octubre 31, 2009

Rimas perdidas, sonrisas escondidas

Pareciera que la vida, ninfa traviesa, disfrutara de olor de mis abrazos, envasados al vacío desde mil noches, en que juré dedicarme al amor de balde. "Estoy bien" dijo sincera, "Tan sólo tielmblo", por mis temores, de engancharme al rozar de tus mejillas, de olvidar mi despensa de selectos.

Aunque pueda parecer un tanto extraño, la esperanza renació en vino claro, como aquel de tierras lejos (donde el faro), que empapó nuestras entrañas por sorpresa.Y la magia se enredó en mis tobillos, como perro callejero que no ladra; y fue luz en las tinieblas, robada sonrisa, bajo cadenas rotas en la fría playa.

Uno es sólo el casero de tus ojos, pues serás la inquilina de mi almohada, más no hay elección cuando se duerme a ras del suelo, y despiertas las mañanas de revoluciones consumadas. Mil mordiscos acechándote la nuca, compondrán mi promesa y mejor arma, y pintando cualquier día soñaremos, cara a cara, el mundo que haremos realidad con nuestras manos de cariño y justicia.

La rima se perdió hace segundos pasados de la primera noche del último día. Tal vez probemos a volar ventana adentro, hacia la esquina donde África conquista tus calles. O tal esperemos a que África, sea el proyecto más hermoso de nuestra existencia. 

A pesar de las heridas del corazón marchito, siguen cayendo despacio los días del calendario infinito de nuestro caminar. No hay temor, sólo esperanza. Pues el vértigo ya no existe en estas alturas. El camino se hace, dijo un sabio, pero olvidó decidir el buen destino, congelando el tiempo en besos lindos, que enamoran el alma y el suspiro, de quien es feliz en tu regazo, de quien es feliz sólo contigo.




nota:y a pesar de las letras repetidas, de las cinco vocales y algunas otras, cada palabra se enreda entre tu pelo, cada frase se pervierte en tu mejilla, cada coma se desliza por tu espalda, cada verso se hace fuerte en tu vientre, y los párrafos se condensan en mis manos, con propósito de revolución... o muerte

1 comentario:

Lucía Robledo dijo...

Me encanta.
No tengo más que decir.