Historias de revolución entre sábanas blancas, como la piel antes de dejarse arañar por el sol atento a los días lindos.
Y sonrisa, aliñada con lágrimas alegres por tiempos oscuros.
Y pasión, con marcas temporeras en cuerpos imperfectos de sinceridad intensa.
Y acordes, acompañando la melodía de "vaivénes" eternos
Y ensalada, y aderezo cálido con caricia concentrada.
Y tal vez los viejos se equivocaron pues existe, allá oculto, el lugar donde fuimos lo que un día seremos, monumento a la revolución y a agitados despertares, patio de juego, "ring" de combate, cultivo de almohada... felicidad eterna.
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