martes, agosto 16, 2005

Papel de Estraza

Después de kilómetros derrochados por momentos de gloria, las estaciones se vuelven amargas al empujarnos a pensar en nuestras vidas. El deseo de cambiar nuestros corazones no es suficiente para ejecutarnos y arrojarnos al vacío del que nada piensa y nada siente, que inunda la corteza de nuestras almas tostadas por el sol de medianoche.
Cuatro puñaladas en el costado no son suficiente castigo para mi culpa aliñada con lágrimas prendadas de alevósica premeditación. Provocar que llegues a pensar que todo en mí ya es algo muerto es puñal de doble filo para mi existencia marchita por el otoño de un agosto que parece ir descomponiéndose. Producir dos sueños de madrugada, atrapados en besos de culpa y abrazos de desesperación son motivo de trabajo para mi razón olvidada entre las sábanas de mi cama. Envolverme en un amor en minúscula es suficiente aliento para alimentarme de cianuro de la desesperanza, asqueado por mi propia percepción de mi mismo.
Palabras agregadas sin sentido pueden ser a veces lágrimas amargas que se estrellan en papel de estraza que envuelve el paquete donde guardo los porqués de mi vivir.

1 comentario:

Cati dijo...

COMO TE ENTIENDO...
UN BESO Y GRACIAS.