viernes, diciembre 29, 2006

La inmensidad

La inmensidad de los ojos lindos se perdió más allá del techo de la marquesina que ideamos un día. La inmensidad de la sonrisa eterna acabó arrancándome un vulgar "nos vemos". La inmensidad del frío de diciembre instauró el acento circunflejo del silencio. La inmensidad de las palabras ausentes nos demostró de nuevo que la química no siempre funciona.
Y de ese modo volvimos como llegamos. Bolsillos vacíos pero enteros. Té con leche gratuito en piezas de puzzle, las mismas que construyen eso que tanto odias. Infancia desnuda, cajeros ardiendo, bombas de relojería detrás de la puerta... panorama desierto de besos y caricias... sólo rumores...
La inmensidad de mi torpeza volvió a atragantárseme en el fondo de la nuca justo al lado del rincón donde sueño despierto. La inmensidad de mi memoria se sienta en mi cama contándome cuentos sin dejarme dormir. La inmensidad de lo consciente me repite que es cierto, que las palabras se quedan en los árboles, que no se las lleva el viento, que darémos de qué hablar.

1 comentario:

les dijo...

muy parecido a mi realidad...