Empapado por la tormenta de verano que dura todo el invierno que Quique proclama en su canción, encuentro una esquina de mi mundo para esconderme de aquello que me oprime.
Un rincón libre de humo negro de desesperanza que intenta sacarme a empujones de mi propio Yo, convirtiéndose en un auténtico oasis en el océano de lo cotidiano...
Me siento a gusto, libre, protegido, poderoso.. desde mi azotea observo, miro, comprendo... desde aquí todo huele bien...
2 comentarios:
Oye, pues a ver si me invitas! Tiene buena pinta esa azotea ;)
Yo estoy con varo, si tan bien está tu refugio que todo es calma, tranquilidad y encima esta fuera de malos humos...¿nos podemos ir a vivir a tu refugio?
Publicar un comentario