Sonreírnos en la noche sin mirarnos.
Convertir una caricia en sinfonía
Cultivar en los surcos de las manos
Esos besos que detienen la entropía.
Despertar cada mañana a tu lado
Anhelando terminarlo en compañía
Revolviendo mariposas en las tripas
Sólo al verte descansa tan cerca mía.
La fortuna visitó el relicario
Donde guardo los secretos cotidianos
Me empujó a compartir muy cerca tuyo
Estos días que son eterno verano.
Aventuras compartidas tierra adentro
Donde el miedo juega con sabiduría
Tu motivas, yo te ayudo, así crecemos
Disfrutando los segundos y los días.
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