La voz del corazón me está llamando a pesar de las excusas en forma de tapón para los oídos. La voz del corazón llama con fuerza, intentando arrastrarme hasta el vacío pese a que parezca extraño y en olvido, adentrarse allá donde no hay futuro. La voz del corazón se instala dentro, como un nudo proponiendo desafío, arriesgando y apostando y dividiendo, los esfuerzos del caminar lo vivido.
La voz del corazón ya clama alto, preguntándo por respuesta o por sigilo, afilando las cuchillas de opciones, que tal vez han de regir nuestro destino.
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