Le gritamos, le llamamos, le lloramos, le preguntamos y parecía que no nos escuchaba...
Y creímos que se había ido, y nos volvimos, y dejamos de buscar....
y pasamos a su lado... sin mirarle, entramos a su casa sin invitarle... le hablamos a sus espaldas... y al irnos le dejamos un café en vaso de plástico... y él nos dio las gracias... y nos sonrió
Con la colaboración de www.joaquingarcia.tk